Jueves 26 de septiembre de 2024. FTX fue un imperio de 26 mil millones de dólares construido por la dupla Sam Bankman-Fried y Caroline Ellison. El poder se tradujo rápidamente en influencia política, y los dos contribuyeron sustancialmente a causas y candidatos principalmente demócratas .
Cuando FTX se hundió en 2022 (lo que provocó el colapso de varios bancos, incluidos Silvergate y Silicon Valley Bank, por nombrar algunos), los demócratas querían venganza.
En el caso de Silvergate, este podría haber sobrevivido al colapso de FTX. Sin embargo, no pudo sobrevivir a la “Operación Choke Point 2.0” de Biden contra las empresas de criptomonedas.
El ex jefe de gabinete interino de la Casa Blanca de Donald Trump, Mick Mulvaney, recordó haber asistido a audiencias sobre esa iniciativa que pretendía limitar el acceso de ciertas industrias a los servicios bancarios estadounidenses.
Además consideró que las criptomonedas no desempeñaron ningún papel en la caída del Silicon Valley Bank y sugirió que la culpa fue de una mala gestión del riesgo.
Por su parte, Nic Carter, socio de Castle Island Ventures, sostiene que los reguladores federales apuntaron injustamente a los bancos, obligándolos a distanciarse de las empresas de criptomonedas con el pretexto de la estabilidad.
Caso Caroline Ellison FTX: el efecto dominó en la industria de las criptomonedas
Caroline Ellison, una importante partidaria del Partido Demócrata, cayó y con eso los demócratas sintieron la presión.
Ahora bien, el cierre de Silvergate es más que un incidente aislado; es un patrón que se repite en la administración Biden.
La pérdida de bancos favorables a las criptomonedas como Silvergate, junto con Signature y Silicon Valley Bank, obstaculiza estas actividades cruciales, posiblemente paralizando el impulso de la industria.
Hasta que Biden abandone la Casa Blanca, parece que toda la industria de las criptomonedas pagará por los errores de SBF y Caroline Ellison.
A medida que Silvergate cierra sus puertas, el sector de las criptomonedas se enfrenta al impacto de lo que muchos consideran golpes regulatorios sofocantes.
Como se sabe distintas autoridades regulatorias de varios países han tenido mano dura con las empresas de criptomonedas, todo para evitar casos como el de FTX, pero sin duda no se puede sofocar la vitalidad de las finanzas digitales.