Jueves 26 de septiembre de 2024. El fraude de las criptomonedas aumentó en 2023 a medida de que la adopción de los activos digitales también. Esto no pinta un buen panorama sobre todo para las autoridades regulatorias, pero sobre todo para los usuarios.
El Centro de Quejas de Delitos en Internet (IC3) del FBI fue el organismo encargado de hacer esta advertencia; informó un récord de 69.468 quejas relacionadas con criptomonedas.
La cifra del FBI suponen un aumento del 33,6 % con respecto a las aproximadamente 52.000 quejas del año anterior.
Lo más complejo y las graves consecuencias han sido para los titulares de los activos digitales. El informe reveló que las pérdidas por estas estafas aumentaron un 45% interanual, alcanzando un máximo histórico de 5.600 millones de dólares.
Y es que las estafas ocurren de manera frecuente. De hecho, recientemente se conoció un caso en Miami donde autoridades allanaron una impresionante mansión relacionada con el robo y estafa de criptomonedas que, según el gobierno, valían cientos de millones de dólares.
Las redadas fueron parte de una acusación formal de un jurado de instrucción relacionada con una estafa de criptomonedas por $230 millones.
Fraude de inversiones, el principal tipo de estafa de criptomonedas
El fraude de inversiones fue el principal tipo de estafa de criptomonedas en 2023, constituyendo casi la mitad de todas las quejas relacionadas con criptomonedas y el 71% de las pérdidas asociadas.
Lo más preocupante es que los estafadores se las está ingeniando a buscar más tácticas para poder robar criptomonedas.
Para ello están usando aplicaciones de citas, redes sociales y sitios de redes profesionales. Esto para generar confianza con las víctimas antes de presentarles oportunidades fraudulentas de inversión en criptomonedas.
Rug Pull y “pig butchering”, dos modelos de estafas de criptomonedas
Actualmente existen varias formas de estafas de criptomonedas, las más agresivas son los ‘rug pull’ y los “pig butchering”.
El primero es una estafa común en criptomonedas. Ocurre cuando un proyecto lanza un token al público, genera entusiasmo en torno a él y luego de repente vende sus participaciones, en su mayoría desde su reserva.
Esta venta impresionantemente excesiva lo que hace es que inmediatamente el precio del token se desplome, mientras que los desarrolladores se van con las ganancias obtenidas en la venta, se quedan los inversores con un activo que a la final no vale nada.
En cuanto a los “pig butchering”, los estafadores engordan a sus víctimas tejiendo redes de confianza en plataformas sociales y abandonando los métodos antiguos de usar una sola trampa.
Su objetivo final es convencer a las víctimas desprevenidas para que inviertan dinero en emprendimientos criptográficos falsos, agotando sus finanzas.
Los quioscos de criptomonedas
Otra tendencia creciente en 2023 fue el uso de quioscos de criptomonedas para actividades fraudulentas.
Estos son similares a los cajeros automáticos y permiten a los usuarios intercambiar efectivo por criptomonedas, lo que ofrece un grado de anonimato que resulta atractivo para los delincuentes.
Los estafadores suelen indicar a las víctimas que utilicen estos quioscos y les proporcionan instrucciones detalladas sobre cómo retirar dinero, localizar un quiosco y completar la transacción. El uso de códigos QR para enviar criptomonedas directamente al destino del estafador es un método común.
En 2023, se recibieron más de 5500 denuncias relacionadas con quioscos de criptomonedas, con pérdidas que superaron los 189 millones de dólares.