Martes, 10 de septiembre de 2024. En un paso crucial de su plan de reorganización para maximizar el valor para los acreedores, el exchange FTX se encuentra pujando por la batalla de un activo sustancial: acciones de Robinhood por un valor de 600 millones de dólares.
Para esta hazaña, FTX busca pagar 14 millones de dólares a Emergent por reclamos sobre las acciones de Robinhood.
La quiebra de FTX: hitos clave
Tras una serie de errores financieros y acusaciones de mala gestión, FTX se declaró en quiebra en noviembre de 2022.
El colapso provocó una conmoción en la industria de las criptomonedas y afectó a numerosos inversores y acreedores.
A medida que se desarrollan los procedimientos de quiebra, varios activos vinculados a FTX han sido objeto de escrutinio y las partes interesadas compiten por obtener reclamaciones.
En su momento, un informe judicial señaló que FTX debía a sus 50 acreedores más grandes casi US$3.100 millones.
Esto también llevó al jefe de la empresa, Sam Bankman-Fried, a renunciar.
FTX presenta moción para resolver la disputa sobre las acciones de Robinhood
Las acciones de Robinhood fueron adquiridas inicialmente por Emergent Fidelity Technologies, una empresa estrechamente asociada con el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried.
La adquisición fue parte de una estrategia más amplia para diversificar las inversiones y fortalecer la posición financiera de FTX antes de su caída.
Sin embargo, la propiedad y el control de estas acciones se han vuelto polémicos. Varias partes, incluidos los acreedores, inversores y otras entidades de FTX, han reclamado las acciones, argumentando su derecho a ellas basándose en diversos motivos legales y financieros.
Por esto, FTX presentó una moción solicitando la intervención del tribunal para resolver la disputa sobre las acciones de Robinhood.
La moción sostiene que las acciones deberían considerarse parte del patrimonio de quiebra de FTX, priorizando así los reclamos de los acreedores de FTX y facilitando la distribución de activos según las leyes de quiebra.
El equipo legal sostiene que las acciones se adquirieron utilizando fondos que pueden rastrearse hasta las operaciones de FTX, lo que las convierte en una parte legítima del patrimonio de la quiebra.
Este argumento es crucial para los acreedores de FTX, quienes están ansiosos por recuperar sus inversiones de los activos restantes del exchange.
¿Cuándo será la audiencia?
Mientras continúan los procedimientos legales, la comunidad de criptomonedas espera con gran expectación la decisión del tribunal que se podría conocer el próximo 22 de octubre.
El resultado no solo determinará el destino de los 600 millones de dólares en acciones de Robinhood, sino que también influirá en el panorama futuro de las regulaciones de las criptomonedas y la gestión de activos.