Miércoles, 30 de octubre de 2024 – Las stablecoins podrían afianzar la hegemonía del dólar estadounidense.
Eso es así a pesar de los intentos de desafiarla. La reciente propuesta rusa de establecer un sistema alternativo de pagos internacionales, presentada en la reunión de los BRICS en Kazán, no logró el respaldo esperado. Paradójicamente, la posición del dólar podría incluso fortalecerse gracias a las stablecoins, un innovador desarrollo en el ámbito de las divisas digitales.
La iniciativa rusa contemplaba un mecanismo denominado Puente BRICS para facilitar transacciones entre las naciones miembro mediante monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC). Adicionalmente, se propuso una divisa internacional respaldada parcialmente por oro. Sin embargo, la declaración final del encuentro apenas mencionó estas propuestas de manera superficial.
En contraste, un acontecimiento significativo ocurrió en territorio estadounidense: Stripe, la gigante tecnológica de San Francisco, adquirió una empresa especializada en stablecoins por 1.100 millones de dólares, una movida que podría tener mayor impacto en el panorama monetario global.
Este desarrollo se sustenta en tres avances tecnológicos fundamentales: la masificación de los dispositivos móviles, que ha democratizado los pagos digitales; la reducción en costos de procesamiento y conectividad; y los progresos en criptografía, que posibilitaron la creación de registros digitales descentralizados.
Las criptomonedas tradicionales, pioneras en este campo, ofrecían ventajas como alcance global y programabilidad. No obstante, su desvinculación de las monedas convencionales generó volatilidad y problemas regulatorios. Las CBDC surgieron como alternativa estatal, pero su limitación a jurisdicciones específicas y su potencial impacto en la banca tradicional representan obstáculos significativos.
Las stablecoins pueden ser un apoyo neutral en mercados globales
Las stablecoins emergen como una solución híbrida prometedora. Combinan la infraestructura global y descentralizada de las criptomonedas con el respaldo de divisas tradicionales, ofreciendo así estabilidad y reconocimiento regulatorio. Esta innovación podría consolidar, paradójicamente, la supremacía del dólar en lugar de debilitarla.
El escenario actual sugiere que el futuro del sistema monetario internacional podría estar más influenciado por desarrollos tecnológicos privados que por iniciativas gubernamentales. La integración de sistemas de pago digitales con monedas estables respaldadas por el dólar podría reforzar su posición como divisa global dominante, en lugar de erosionarla como pretendían algunos competidores internacionales.
Patrick Collison, CEO de Stripe, describe a las stablecoins así:
«Son los superconductores a temperatura ambiente para servicios financieros”.
Es decir, un milagro de la ingeniería eléctrica que permite una transmisión de energía casi sin fricciones. Sin duda, se trata de una exageración, ya que las stablecoins tampoco lo han tenido fácil. En 2021, Tether fue multada con 42 millones de dólares por representar las garantías de manera inexacta (la multa vino de la Comisión de Trading de Futuros de Materias Primas de EE.UU.).
El concepto, no obstante, es ganador. Las stablecoins le dan al mercado lo que el mercado quiere: un dólar digital, accesible en tiempo real y utilizable en todo el mundo, de forma constante. Por eso el número de usuarios de stablecoins se ha triplicado en dos años.
Lee más: stablecoins, qué son y cómo funcionan.
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