FTX.Miércoles 25 de septiembre de 2024. FTX, que había llegado a ser el tercer exchange de criptomonedas del mundo, valorado en 32.000 millones en su punto álgido, anunció su quiebra a finales de 2022. Esto luego de una caída por una repentina retirada de fondos, en la que se expuso un fraude completo que involucró a Caroline Ellison y Sam Bankman-Fried.
En ese momento los precios de Bitcoin se desplomaron repentinamente y llegaron a caer hasta los 15.600 dólares.
Sin embargo, Solana (SOL) se enfrentó a toda la ira del mercado y cayó hasta los 8 dólares. En su pico de 2021, la moneda se disparó hasta los 260 dólares.
A pesar del lamentable hecho de que miles de personas perdieran los ahorros de toda su vida, el colapso de FTX también marcó el final de la tendencia bajista de 2022.
Muestra de ello es que SOL, BTC y otras altcoins importantes se han recuperado de manera constante.
Las condenas que dejó la quiebra de FTX
Sam Bankman-Fried cumple una condena de 25 años de prisión. Autoridades lo señalaron de malversar fondos de clientes para comprar propiedades, invertir y donar dinero a causas políticas.
Tras la intervención del Gobierno, las víctimas serán indemnizadas a lo largo del año.
Además, Caroline Ellison fue condenada a dos años de prisión, pero su testimonio fue clave para que obtuviera una pena realmente baja.
Durante tres días, describió cómo Bankman-Fried le ordenó, tanto a ella como a otros, que desviaran en secreto los fondos de los clientes de FTX.
Al dar un testimonio emotivo, expresó su profundo pesar por sus acciones y el daño que causaron. Los fiscales reconocieron su amplia cooperación, en más de 20 reuniones para construir el caso contra SBF.
En la decisión judicial se determinó que Ellison tendrá que renunciar a 11.000 millones de dólares.
No obstante, aunque las víctimas serán reparadas, existen preocupaciones de que se trate de un fallo indulgente.
Esto porque se plantea el debate de las consecuencias de los delitos en criptomonedas, donde se pierden miles de millones cada año debido, entre otros, a la piratería y las estafas.
Algunos críticos consideran que el Departamento de Justicia debería tomar medidas más severas en estos casos de fraude criptográfico. Estos ascienden a miles de millones, causan un daño significativo a los inversores e incluso dañan la reputación del sector.